sábado, 21 de febrero de 2015

Conclusiones

¿Qué me ha aportado este curso?

Por: Ivette Schmidt

Como participante en este segundo módulo de mi formación como profesora, el contacto con la plataforma en línea fue mucho más familiar. Ya conocía su funcionamiento y en ese sentido el tiempo de adaptación con el programa en línea fue nada, me permitió trabajar con menos presión en cuanto a cuestiones técnicas. El aprendizaje en línea requiere definitivamente disciplina y al mismo tiempo da la libertad de aprender de forma autónoma. Saber que contamos con tu apoyo Esther, en todo momento, da una cierta seguridad al hacer este tipo de cursos y que no estamos solos frente a una computadora aprendiendo, sino que hay una persona detrás. Por otro lado, los trabajos de grupo en línea requirieron una responsabilidad con los demás integrantes con los que compartimos e intercambiamos ideas.


El curso “Lengua y comunicación” me ha aportado una serie de conocimientos prácticos y teóricos acerca del uso mismo de la lengua. Me pareció muy interesante el tema de esquemas mentales compartidos, y como puede traer malinterpretaciones según la representación mental que tiene cada individuo (cómo lo vimos en el ejemplo de Mafalda). Esto significa que si en la misma lengua existen “fallas” al querer establecer un intercambio comunicativo, lo que no puede suceder con una lengua extranjera. El campo del estudio de la pragmática, que sobrepasa al código lingüístico, como lo vimos en el apartado de M.Victoria Escadell, es de muchísima utilidad para el profesor en la enseñanza y aprendizaje de segundas lenguas y que permite una mejor comprensión de los fenómenos que intervienen en una comunicación. Otro de los aspectos que me llamó la atención en este curso fue el principio de cooperación del filósofo Paul Grice, y la capacidad de inferencia del ser humano de extraer información no verbal de su interlocutor. Esto me parece una herramienta muy útil para el profesor a la hora de planear las actividades en el aula, que, tomando en cuenta las necesidades de sus alumnos, haga uso de actividades coherentes y sean lo más parecidas posibles a la vida real. La lectura de gramática y comunicación en la clase de español como segunda lengua extranjera, de Lourdes Díaz y M. José Hernández, mencionó un ejemplo muy representativo de este fenómeno, con el príncipe, el geniecillo y el juglar y la princesa. Los profesores de español deberíamos ser como el juglar: guías y acompañantes de nuestros alumnos en su proceso de aprendizaje, usando metodologías que faciliten el uso de la lengua como los nativos lo hacemos.

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